¿Buscaba Liz Taylor solamente amor o perseguía la estructura que podría brindarle un matrimonio?

Cuadro Numerológico:

•  Número personal: 9
• Número de personalidad: 8
• Número del destino: 8
• Año personal de nacimiento: 8
• Mes personal de nacimiento: 1
• Día personal de nacimiento: 1
• Suma de nombre/Misión de vida: 3
• Suma de nombre artístico : 8

El cuadro numerológico del día de nacimiento de Elizabeth Rosemond Taylor, viene marcado con una gran fuerza de carácter, disciplina y una extraordinaria voluntad de hierro para conseguir lo que se proponga; la posibilidad de conseguir poder, fama y el servir de inspiración para otros, será la energía que funja como directora de la orquesta de sus números, lo que significa que, el exceso de estos atributos serán la trampa contra la que tendrá que luchar para poder conseguir cumplir su misión de vida.

La numerología de Liz está integrada mayormente por números de poder y ambición, por lo que a lo largo de su vida necesitaría mostrar a los demás su éxito material, poniendo gran esfuerzo en demostrar que nadie podría competir con ella a ningún nivel. Liz sería enfrentada al éxito desde temprana edad, lo que no representa una prueba fácil.

Sin embargo, esta energía de poder y materialización de éxitos desde tan pequeña, no sería gratuita, el costo a pagar sería la carencia de un hogar con estructura y reglas que le brindaran estabilidad y solidez desde su niñez, su numerología muestra un constante movimiento y actividad, lo que seguramente no le permitiría echar raíces o tener una infancia normal en ningún sentido.

La vida la preparó con la fuerza necesaria, la disciplina, el liderazgo, el carísima y el empuje requerido para hacer la diferencia, de todos los demás en su medio, venía invitada a construir nuevos esquemas y posibilidades para elevar su propia conciencia y la de los demás.

Análisis Numerológico:

¿Quería Elizabeth Taylor ser la estrella más famosa de su tiempo?

Número personal: 9

Liz está regida por el número 9 lo que nos dice que desde muy pequeña, le fue impuesto en cierta forma un nivel de comportamiento determinado, o una meta a cumplir y alcanzar, algo escogido por su familia de origen y que ella percibiría como una obligación que tenía que cumplir forzosamente para ser aceptada o querida por las personas a su alrededor, especialmente sus padres.

El número personal 9, es una de las misiones más demandantes para lograr ya que la primera señal emocional que reciben estos nativos en su vida, es el de no ser aceptado o por lo menos no como son realmente, así que desde muy temprana edad Liz empezó a convertirse en alguien más, en alguien que cumpliera con lo requisitos que ella creía eran valiosos para su familia, en el caso de Liz, siendo hija de una actriz que no se pudo destacar, se le demandó alcanzar todos los sueños que su madre jamás logró, ella puso todas sus expectativas en convertirla en una estrella, y Liz se limito a cumplirle el deseo, ella misma comentó en varias ocasiones que:

“Su madre siempre quiso que fuera una estrella, así que desde muy pequeña la llevó a grabar anuncios, cameos en películas, etc. De ahí que Taylor siempre haya dicho que ella no quiso realizar una carrera como actriz, sino que ésta le fue impuesta por su madre”.

La conducta aprendida de “complacer a las personas para que me quieran”, llevo a Liz a convertirse desde muy corta edad en una especialista en lo que hacía, había encontrado la fórmula perfecta para tener a todos poniéndole atención y girando alrededor de sus deseos, así que seguiría perfeccionándola año tras año.
En su primera etapa claramente podemos ver en sus números 2, 11 y 9 el gran empeño que puso en aprender y convertirse en la mejor de lo que hacía, estos números también nos hablan de la gran habilidad que tenía para contactarse con las personas correctas y lograr que se encariñaran con ella.

Lo más marcado de su primera etapa de vida además de toda su destacada evolución y dedicación en llegar a traspasar los records que cualquiera otra actriz hubiera logrado, fue el inicio de su larga cadena de enfermedades y aflicciones físicas, las cuáles padeció durante toda su vida y la mantuvieron encadenada a fuertes dolores y a diferentes substancias adictivas.

La mayoría de las personas que la conocieron la catalogaban como “una mujer extraordinaria que vivió la vida al máximo, con gran pasión, humor y amor.” Sin embargo, no fue del todo así, esto fue la imagen perfecta que Liz con su número personal 9, nos hizo creer a todos que vivía.

Comentario: La prueba de vida de una persona número 9 será autoafirmar su valía y aceptación enfrentando el sentimiento de no aceptación y rechazo de sus padres, En lugar de construir una imagen falsa de si misma para complacer a todos a pesar del sacrificio de sus propios sueños e intereses y terminar abusando de su poder y magnetismo sobre los otros ocultando su falta de valor para romper la imagen que tanto se empeñan en mantener y que la mayoría de las veces los aísla de todos, y los al margen de poder vivir una vida plena y feliz.

¿Qué buscaba Elizabeth Taylor en sus múltiples matrimonios?

Vibración negativa, números 4, 7 y 11.

¿Porqué la gran necesidad de casarse con cada hombre que le atraía?, ¿Porqué no solo vivir su amor con cada uno de ellos por el tiempo que este durara?.

Lo que Liz buscaba más que amor era cubrir la gran necesidad de estabilidad, seguridad y firmeza en su vida, sus números negativos marcan una fuerte inconstancia, cambios continuos y una total falta de estructura, reglas y solidez desde su infancia.

Liz Taylor, anhelaba darle formalidad a su vida, echar raíces y construir la familia que nunca tuvo, además de la gran necesidad por ser aceptada y querida que la llevaban a no poner límites de ningún tipo cuando sentía que había encontrado finalmente la persona que la iba a cuidar y proteger por el resto de su vida, así que pensó que el matrimonio sería la respuesta.

Elizabeth Taylor y sus fuertes adicciones.

Las adicciones que la llevaron en varias ocasiones a centros de rehabilitación y desintoxicación se marcan fuertemente en la vibración negativa de su numerología, estos números también nos hablan de las fuertes depresiones y desilusiones que vivió a través de los años, así como de los constantes dolores y padecimientos que sufría, Liz era una mujer sumamente entregada, generosa, una gran soñadora e idealista, lo que la llevaba a hacerse grandes expectativas de las personas a las que quería.

Cuando sus expectativas no eran alcanzadas o cubiertas, se exponía a períodos de fuertes depresiones y aislamiento, refugiándose en varios excesos como: las joyas, el alcohol, la comida, los ansiolíticos, antidepresivos, etc. tratando de evadir la gran tristeza que sentía.

Además de sus adicciones, a partir de los 70 comenzaría poco a poco su declive en la pantalla, forzado en gran medida por sus serios problemas de salud, una cruz que arrastró durante toda su carrera, pasó por quirófano al menos en treinta ocasiones y no por razones estéticas.

La actriz, que también se sometió a una cura de desintoxicación de alcohol y pastillas, reconoció que se vio al borde de la muerte en varias ocasiones, especialmente por neumonía o por una arritmia cardíaca.

Todas estas características relacionadas directamente con la energía negativa de sus números 4, 7 y 11 que hablan de una vida marcada por la enfermedad y las adicciones.

¿ Liz Taylor la diva divertida y magnética o una niña infantil, adorable e inmadura?

Las vibraciones de sus número 3 y 5 en la polaridad negativa de su cuadro numerológico hicieron que Liz tuviera una gran tendencia para dejar todo de lado o saltar a otro asunto o convertirlo todo en juego o falta de seriedad, actuando con inmadurez, infantilismo y a veces con grandes exageraciones, como dramatismos, comiendo o bebiendo en exceso o tomando medicamentos auto-recetados.

Su gran enemigo fue la soledad, su tendencia a las manías extremas, como su extrema necesidad de opinar o criticarse fuertemente a ella misma y a los demás; la convierten en una pareja difícil, huyen de las relaciones prolongadas y profundas por miedo al abandono. Tiene muchísimas relaciones, amigos, conocidos y otros tipos de vínculos, pero le cuesta entablar relaciones personales (uno a uno) duraderas.

Elizabeth Taylor potenció su popularidad sumando el éxito de su carrera a los embrollos sin precedentes de su vida privada, Siete esposos, ocho bodas y un funeral, la consolidaron como leyenda viviente del cine, filántropa y empresaria, se proyectó a la estratósfera en todos los ámbitos, excepto en el único directamente ligado con su felicidad: su vida privada.